Mi primer amor

Cuando el beat cruza el Atlántico: la huella ancestral de la cultura Afro en Barcelona

BlackCeloNa BlackCeloNa… What’s Good!!??

En una discoteca de la Plaza Real, un grupo de jóvenes improvisa rimas sobre un beat No.. no es la primera discoteca pero es la que mas ha durado en la ciudad) que sale de un altavoz pequeño. Sus palabras rebotan contra las paredes húmedas, como si aún guardaran el eco de aquellas noches antiguas en ese sótano, donde mi ciudad nunca duerme. Rambling pa’ rriba, rambling pa’ bajo…

… No todos han pisado nunca Nueva York, pero de alguna manera la ciudad late en sus versos. El Hip Hop, nacido en el Bronx como respuesta al racismo, la pobreza y la exclusión, vibra ahora en esta ciudad mediterránea con la misma intensidad de protesta y de fiesta.

En el Portal del Ángel, vía Las Ramblas, donde el tránsito nunca se detiene, la cultura Afro se mezcla con lo catalán, lo latino, lo árabe. En esos callejones, lo que comenzó como Breakdance en la parada de metro “Universitat” se convirtió en un lenguaje global que en Barcelona suena con acento propio.

De ahí, de la raíz, nacen MCs. Lxs he mencionado en otras crónicas, saludos. Pero hoy, la oda es a la esencia.

En BlackCeloNa, esa herencia no se esconde: late en cada camiseta de los Bulls, en la silueta inmortal de Michael Jordan, cuyo salto dejó huella también en esta ciudad —porque no se olvida que en el 92, en Barcelona, jugó el Dream Team y el baloncesto se volvió mito global. En cada paso de danza urbana improvisado en un portal, en los ecos de Black Lives Matter que resonaron en las calles europeas en el 2019, está presente la esencia de los ancestros. La memoria de tambores, cantos y resistencias que cruzaron océanos y siguen latiendo en cada beat.

Aquí, esa raíz convive con lo local: el flamenco y la rumba se filtran con el Raval y Hostafrancs, los ritmos latinos dialogan con el soul, y la estética de los videoclips de Atlanta aparece en Nou Barris y L’Hospitalet. El Hip Hop recoge esa herencia afro/negra, pero también se abre como un árbol que extiende ramas en cada esquina del planeta. BlackCeloNa , es una de ellas, donde lo ancestral y lo urbano se abrazan sin contradicción.

Lo paradójico es que, al expandirse por el mundo, el Hip Hop no pierde su raíz AFRO/NEGRA. Al contrario: cada beat en una plaza europea, cada mural inspirado en Tupac o Basquiat, cada verso lanzado en catalán o en árabe, recuerda de dónde vino todo. África.
El Bronx sigue presente, pero detrás del Bronx están los ancestros, las travesías forzadas, las luchas que dieron origen al pulso que hoy mueve al mundo.

Y en la BlackCeloNa nocturna, cuando alguien improvisa un freestyle en medio de las Ramblas, no solo está rapeando su vida: está participando en una tradición ancestral que creamos en los 90, que hoy sigue viva porque sigue siendo necesaria.

Y tú, Cuando te enamoraste del HipHop?

BlackCeloNa, baby!!!

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